Las infecciones virales y los alergenos son los principales desencadenantes de crisis asmáticas en la población chilena, a lo que se suma la alta presencia del uso de calefacción a leña y a parafina durante el invierno en la zona, aumentando las consultas por asma, patología crónica de la vía aérea por la que llegan mensualmente al hospital regional unos 250 pacientes, principalmente niños y niñas, de acuerdo a lo evidenciado por la Dra. Marcela Villarroel, broncopulmonar infantil del HPM.
“El asma es una enfermedad crónica de la vía aérea que se caracteriza por la inflamación de los bronquios, y su principal componente es alérgico. Se estima que la prevalencia de asma en nuestro país fluctúa entre un 15,3% a un 17.9%, considerándose como la enfermedad crónica más frecuente de la infancia. Además, las tasas de hospitalizaciones desde el año 2001 al 2014 se han doblado, pasando de un 3% a comienzos de siglo a un 7,8% de hospitalizaciones por asma en 10 mil habitantes en el año 2014”, precisó la profesional.
Generalmente, los pacientes asmáticos se caracterizan por presentar episodios repetitivos de obstrucción bronquial. Entre estos episodios, los pacientes presentan periodos asintomáticos, o pueden tener síntomas “intercríticos”, es decir, entre crisis, los que pueden ser tos de día, tos de noche, tos al realizar ejercicios o durante la risa, mientras que entre los síntomas de crisis se encuentran la tos, dificultad respiratoria o silbidos en el pecho.
La mayoría de los agentes desencadenantes de las crisis se producen durante el periodo invernal, los que pueden dividirse en dos grupos: agentes intradomiciliarios y extradomiciliarios. En el primer grupo se encuentran las mascotas, caspas de gatos, de perros, el polvo en la casa y presencia del humo de cigarrillos en las casas. Entre los extradomiciliarios se encuentran la contaminación, el smog, la polución y el humo de segunda mano de quien fuma cerca.
“En invierno aumentan mucho las consultas por asma, ya que se masifica el uso de calefacción intradomiciliaria que puede ser gatillante como, por ejemplo, la estufa a leña y también la estufa a parafina. Existe un componente genético del asma. Cuando se tiene un papá con asma, o mamá con asma o antecedentes de alergia, tanto de rinitis alérgica o dermatitis atópica, tienes un mayor riesgo de asma”, indicó la Dra. Villarroel.
Sin embargo, el principal detonante de crisis asmáticas es la mala adherencia al tratamiento y mal uso de los corticoides inhalados. “El pilar del tratamiento del asma es primero la educación del uso de los corticoides inhalados, es decir, para educar a los padres para que sepan cuándo y cómo usar los corticoides para no tener crisis, hospitalizarse y para que los niños hagan su vida normal”, precisó la profesional del Hospital Puerto Montt.
El tratamiento del asma es personalizado y cada corticoide se indica dependiendo de cada paciente, ya que existen varios tipos y se prescriben dependiendo del grado de severidad de cada caso. Tras el diagnóstico que se realiza a través de exámenes que también se realizan en el HPM, como la espirometría. Tanto tratamientos como diagnóstico están asegurados para toda la publicación ya que el asma pertenece al grupo de las garantías explícitas de salud (GES).
Ante la sospecha de asma, los padres o cuidadores deben consultar a la brevedad con pediatras broncopulmonares en consultorios o CESFAM, establecimientos de salud donde además “estamos yendo con los colegas del HPM una vez al mes para alivianar la lista de espera que existen en esta patología”, según señaló la Dra. Villarroel.
Entre las recomendaciones para evitar cuadros de asma, la profesional concluyó que “si su hijo posee una sospecha de asma, debe consultar con su médico broncopulmonar. Cuando le indiquen el tratamiento, hacerlo de forma correcta con corticoides inhalados que son medicamentos controladores para evitar o disminuir la inflamación. También existen medicamentos aliviadores que se usan de forman intermitente y sólo durante las crisis, como el Salbutamol”.
Además, se recomienda vacunarse contra la influenza, lavarse constantemente las manos, no reunirse en espacios cerrados con adultos o niños enfermos, ya que los virus son la principal causa de descompensación de pacientes asmáticos. Evitar la contaminación intradomiciliaria y el uso del tabaco en lugares cerrados.